La Comisión Permanente de la Comisión Estatal contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte ha propuesto una multa de 350.000 euros y la clausura de ABANCA Balaídos durante tres meses por no impedir que se bloqueasen vías de evacuación y por permitir la entrada de un grupo de al menos 36 personas que no pasó ningún tipo de control durante el encuentro de LaLiga EA Sports ante el Rayo Vallecano.
Durante su reunión en la sede del Consejo Superior de Deportes (CSD), Antiviolencia propuso estas sanciones al club gallego por «no establecer las necesarias medidas de control de acceso y permanencia de espectadores e impedir que se ocupasen las vías de evacuación de la grada Marcador Bajo, que estuvieron colapsadas por aficionados durante todo el encuentro».
Además, eleva la multa «por permitir que un empleado del club facilitase el acceso a numerosos aficionados desde la grada de Río Bajo a la grada de Marcador Bajo; y, además, que se permitiese el acceso al estadio de un grupo de al menos 36 personas desde un portal de acceso de vehículos al interior del estadio hacia la grada de animación, todo ello sin ningún tipo de control ni observación de las condiciones de acceso».
Por otra parte, Antiviolencia propuso dos multas de 50.000 euros cada una al CA Osasuna por «reiteradas deficiencias en las medidas de control de acceso y permanencia de espectadores al no impedir la exhibición de pancartas de grandes dimensiones sin contar con la autorización previa ni certificado de estar realizadas con materiales ignífugos» y, además, por «no impedir que un individuo se mantuviese encaramado al vallado arengando a los aficionados de la grada sur» en el partido ante el RCD Espanyol.
Otra de las propuestas de sanción más elevadas, de 100.000 euros y la clausura del recinto deportivo durante dos meses, es para la Associació Esportiva Palma de Mallorca Fútbol Sala por «graves deficiencias en las medidas de control de acceso y permanencia de espectadores al no impedir un exceso de aforo, estimado en más de 800 personas», y por «la colocación en las zonas de evacuación de sillas adicionales de plástico» en el encuentro ante el FC Barcelona.