París ha vuelto a ser el epicentro de la equitación internacional con la celebración de la Greene Champions League, una de las competiciones más glamorosas y exigentes del calendario ecuestre global. El evento, que tuvo lugar el pasado 21 de junio de 2025, transformó el corazón de la ciudad en una pasarela de talento, adrenalina y sofisticación, con la Torre Eiffel como telón de fondo.
Organizado como parte del prestigioso Longines Global Champions Tour, el torneo reunió a los mejores jinetes y amazonas del mundo, combinando la precisión técnica del salto de obstáculos con un ambiente típicamente parisino: cosmopolita, elegante y vibrante. Las gradas, colmadas de público, vibraron ante cada recorrido en este circuito CSI 5* que no solo premia el rendimiento deportivo, sino que se ha convertido también en una referencia del estilo de vida ecuestre contemporáneo.
El escenario: París en estado puro
El evento se celebró en una pista instalada junto a las cascadas del Campo de Marte, a los pies de la Torre Eiffel. Con una escenografía impecable, estructuras temporales minimalistas, decoración floral y un ambiente nocturno cuidadosamente iluminado, la competencia ofreció un contraste fascinante entre la tradición ecuestre y la modernidad urbana.
Al caer la tarde, el brillo de la pista reflejaba tanto las luces de París como la intensidad de una competición reñida, donde la velocidad y la precisión fueron clave. El entorno, digno de una gala cinematográfica, atrajo tanto a aficionados del salto como a personalidades del mundo del arte, la moda y el deporte.
Los protagonistas: élite sobre silla
En el plano deportivo, la competición vivió momentos memorables. Vaclav Stanek, joven promesa del circuito europeo, se coronó en el RBC Grand Prix of Canada CSI 5*, tras un recorrido impecable sin penalizaciones y un crono que dejó sin opciones a veteranos como Peder Fredricson y Maikel van der Vleuten. La victoria de Stanek, montando a su inseparable «Falco du Lys», fue celebrada como un relevo generacional dentro del circuito.
En la competición por equipos, los Istanbul Warriors brillaron con luz propia. La escuadra turca sorprendió por su cohesión, estrategia y regularidad a lo largo de las mangas, imponiéndose a clásicos como los Paris Panthers o los Stockholm Hearts. La creciente diversidad geográfica de los equipos confirma el carácter verdaderamente global que está adoptando la disciplina.
Estilo de vida ecuestre en clave urbana
Más allá del aspecto competitivo, la Greene Champions League en París ofreció una experiencia completa. En sus instalaciones se ubicaron áreas de hospitalidad, boutiques de moda ecuestre, exposiciones de arte ecuestre contemporáneo y espacios gourmet que sirvieron desde alta cocina francesa hasta opciones veganas y sin gluten. El evento también acogió un desfile de moda con inspiración ecuestre, con marcas como Hermès, Cavalleria Toscana y nuevas firmas sostenibles.
Además, varias actividades paralelas conectaron al público con el mundo del caballo desde un ángulo lúdico y pedagógico: talleres infantiles, demostraciones de doma clásica, charlas sobre bienestar animal y sesiones interactivas sobre la historia del salto ecuestre.
Un escaparate para la elegancia deportiva
La Greene Champions League ha logrado consolidar una fórmula única: el binomio perfecto entre deporte de alta exigencia y universo lifestyle. En un mundo donde las disciplinas ecuestres buscan renovarse sin perder su esencia, este evento se presenta como el modelo ideal: combina la emoción de la competición, el glamour de la ciudad, el respeto al caballo y la sensibilidad estética de la tradición europea.
El evento dejó una imagen para el recuerdo: una amazona completando un salto limpio mientras, al fondo, la Torre Eiffel se iluminaba ante los aplausos del público. Un símbolo de cómo la equitación, cuando se mezcla con cultura, ciudad y emoción, se transforma en una celebración universal.