El 21 de junio de 2025, en el imponente MetLife Stadium de Nueva Jersey, Fluminense firmó una remontada memorable al derrotar 4‑2 a Ulsan Hyundai en su segundo encuentro del Grupo F del Mundial de Clubes. Un partido vibrante, con cambio de guion incluido, que deja al equipo brasileño al borde de los octavos de final.
Una primera mitad inesperada
Fluminense comenzó dominando y pareció encaminar pronto el encuentro. Un preciso tiro libre de Jhon Arias al minuto 26 puso el 1-0 y desató la euforia de la hinchada tricolor. Sin embargo, tras la pausa por hidratación, el ritmo del equipo decayó y Ulsan Hyundai aprovechó el bajón. Primero empató a través de Lee Jinhyun, y justo antes del descanso Um Won‑Sang puso el 1-2 con un cabezazo certero que dejó en silencio a los brasileños.
El golpe fue duro. Fluminense se fue al descanso entre abucheos, desdibujado, con dudas y sin ideas. Pero en la reanudación, el técnico Renato Gaúcho movió el banquillo con inteligencia: ingresaron Keno y Nonato, quienes terminarían cambiando la historia del partido.
Remontada y corazón
Fluminense volvió del vestuario con otra actitud. Al minuto 63, Nonato empujó a la red un balón suelto en el área para igualar el marcador tras una gran jugada colectiva. A partir de allí, el conjunto carioca recuperó el control emocional y futbolístico del duelo.
Juan Pablo Freytes, de cabeza tras un córner en el minuto 82, puso el 3‑2 que desató el estallido de los miles de hinchas brasileños en el estadio. Y ya en tiempo de descuento, Keno, que había entrado como revulsivo, marcó el cuarto gol con un cabezazo certero que sentenció la victoria.
Líderes con carácter
Con este resultado, Fluminense lidera el Grupo F con 4 puntos, empatado con el Borussia Dortmund pero con mejor diferencia de goles. Ulsan, en cambio, queda eliminado tras dos derrotas consecutivas, pese a haber mostrado pasajes de buen fútbol.
El equipo brasileño cierra la fase de grupos ante Mamelodi Sundowns, sabiendo que un empate le basta para avanzar a octavos. La forma en que reaccionó ante la adversidad confirma que el campeón sudamericano tiene armas para competir en grande.
Una victoria con mensaje
La remontada ante Ulsan no solo deja puntos en la tabla, sino una declaración de intenciones. Fluminense mostró carácter, recursos desde el banquillo, profundidad táctica y fortaleza anímica. Renato Gaúcho, muy cuestionado por momentos, acertó en los cambios y relanzó al equipo justo a tiempo.
El tricolor se mantiene firme en su sueño mundialista. Y lo hace con el corazón por delante. Porque hay noches que no solo se ganan, se sobreviven. Y esta fue una de ellas.