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Verano de calma tensa en El Sadar

Por Redacción

El mercado veraniego ha comenzado con una actividad moderada en las oficinas de Osasuna, donde el interés por varios de sus jugadores se acumula… pero sin que lleguen propuestas concretas. A pocas semanas del inicio de la pretemporada, la dirección deportiva maneja con discreción las posibles salidas, mientras avanza con decisiones técnicas como el fichaje de Rosier y el nombramiento de Alessio Lisci como nuevo entrenador del primer equipo.

Rumores que no cristalizan

Tanto Jesús Areso como Ante Budimir han despertado el interés de varios clubes nacionales y europeos. En el caso del lateral, su cláusula de rescisión ronda los 12 millones de euros, mientras que la del delantero croata se sitúa en los 8 millones. A pesar de los rumores, especialmente desde el fútbol alemán y de equipos de segunda línea de LaLiga, no se ha formalizado ninguna oferta que ponga en alerta al club.

El propio Budimir, máximo goleador del equipo esta última temporada, ha mostrado su deseo de continuar salvo que llegue una propuesta deportiva de mayor nivel, algo que, por ahora, no ha sucedido.

Planificación sin sobresaltos

En paralelo, Osasuna ha asegurado la continuidad de piezas clave y trabaja ya en el diseño del nuevo grupo bajo el liderazgo de Lisci. El fichaje de Valentin Rosier, lateral derecho con experiencia en Francia y Turquía, marca el inicio de una política de refuerzos basada en perfiles jóvenes con recorrido competitivo. La dirección deportiva tiene como prioridad incorporar un extremo con desborde y un pivote de corte organizador.

La importancia del bloque

El club navarro no tiene urgencias económicas y puede permitirse esperar el momento adecuado para comprar o vender. La idea de fondo es mantener el bloque que ha consolidado al equipo en la mitad alta de la tabla durante las últimas temporadas, sin perder la identidad de esfuerzo, presión y juego vertical que lo caracteriza.

Una calma que puede romperse en cualquier momento

Aunque el verano se presenta estable, el fútbol de élite es volátil. Una venta repentina, una lesión en la pretemporada o una oferta que iguale cláusulas pueden alterar los planes. Por ello, el equipo de trabajo de Osasuna permanece alerta y en constante rastreo del mercado.