Hooligan

Un nuevo mapa para el baloncesto continental

Por Redacción

La Euroliga de baloncesto ha oficializado un movimiento histórico: la competición aumentará su número de participantes de 18 a 20 equipos a partir de la temporada 2025‑26. El cambio supone la mayor transformación estructural desde la creación del formato moderno en el año 2000 y responde tanto a intereses deportivos como económicos, con el objetivo de consolidar la Euroliga como un espectáculo global, con presencia más allá del corazón tradicional europeo.

Entre los nuevos participantes se encuentran clubes de mercados emergentes como Dubái, que contará con una licencia a largo plazo, así como el Hapoel Tel Aviv, cuya entrada responde a su impacto competitivo y mediático en las últimas campañas. Además, Valencia Basket, habitual en las últimas ediciones mediante invitación, también ha sido confirmado como licenciatario permanente.

Más jornadas, más ingresos y mayor proyección

Con la ampliación, la fase regular pasará a tener 38 jornadas, lo que mantendrá el formato de liga única, en el que todos los equipos se enfrentan entre sí a ida y vuelta. A pesar del aumento del calendario, la organización ha descartado crear grupos o subdivisiones, confiando en la fortaleza del formato actual para maximizar la emoción de cada jornada.

También se mantendrá el sistema de Play‑In, implantado con éxito la pasada temporada, en el que los equipos clasificados entre los puestos 7º y 10º luchan por las dos últimas plazas de playoff. Este formato asegura competitividad hasta la última fecha y amplía el interés en franjas medias de la tabla.

Desde el punto de vista financiero, la Euroliga espera un aumento significativo en sus ingresos por derechos de televisión y patrocinio, gracias a la apertura a mercados como Oriente Medio y el fortalecimiento de su huella en Europa del Este y Asia Menor. La incorporación de Dubái, por ejemplo, garantiza inversión privada y una nueva sede de alto nivel para posibles Final Four o eventos paralelos.

Clubes históricos y nuevas potencias

El nuevo modelo consolida la posición de clubes con fuerte respaldo económico e infraestructuras modernas. A los ya tradicionales Real Madrid, Barcelona, Panathinaikos, Olympiacos, Fenerbahçe o CSKA Moscú —que aún busca su regreso—, se suman proyectos en expansión como AS Monaco, Partizán de Belgrado y el propio Dubái Basketball Club, que ha reforzado su plantilla con exjugadores NBA para dar un salto cualitativo.

La inclusión de Hapoel Tel Aviv, en tanto, responde a criterios deportivos y de impacto social. El club israelí ha protagonizado actuaciones destacadas en la Eurocup y se ha posicionado como un modelo de gestión deportiva moderna, con una afición numerosa y comprometida.

Reacciones y desafíos

La ampliación no ha estado exenta de críticas. Algunos clubes han expresado su preocupación por la saturación del calendario, especialmente aquellos que disputan también sus ligas nacionales con regularidad. La gestión del cansancio, la compatibilidad de calendarios y la prevención de lesiones serán retos a afrontar por los cuerpos técnicos y médicos.

Además, se abre un nuevo debate sobre el equilibrio competitivo: ¿podrán los recién llegados igualar el nivel de los equipos consagrados? ¿Qué impacto tendrá la globalización del torneo en la identidad del baloncesto europeo?

Desde la Euroliga, sin embargo, se insiste en que el crecimiento está pensado para preservar el nivel deportivo y aumentar el alcance internacional. La decisión también pone presión sobre otras ligas continentales, como la FIBA Champions League, que deberán adaptarse al nuevo escenario.

Un cambio con horizonte global

La expansión a 20 equipos marca una nueva era en la Euroliga, que deja de ser exclusivamente europea para acercarse al modelo de las grandes ligas globales. Con más partidos, más visibilidad y nuevas audiencias, la competición quiere consolidarse como la alternativa real a la NBA en el ámbito internacional.

La temporada 2025‑26 se perfila como el inicio de una nueva narrativa: más allá de las fronteras del continente, el baloncesto europeo abre una ventana al mundo.