El Inter & Co Stadium fue escenario este viernes de una de las goleadas más contundentes en lo que va del Mundial de Clubes 2025. El Benfica portugués arrasó sin contemplaciones a Auckland City (6–0) con una actuación coral que confirmó su candidatura a los octavos de final y dejó fuera de combate al campeón de Oceanía.
Desde el primer minuto, el conjunto lisboeta impuso su ritmo con un fútbol vertical, presión alta y combinaciones rápidas. El equipo neozelandés apenas pudo sostener el vendaval de juego de los de Roger Schmidt, que no bajaron el ritmo en ningún momento del encuentro y dominaron tanto en posesión como en contundencia.
Primer tiempo: sentencia exprés
Benfica dejó claro su plan desde el arranque. En apenas diez minutos ya ganaba 2–0, con goles de Ángel Di María y Rafa Silva, tras dos jugadas bien trenzadas que rompieron fácilmente la línea defensiva oceánica. La presión alta generó errores forzados de Auckland y dio lugar a múltiples ocasiones.
El 3–0 llegó antes de la media hora, con un cabezazo del central Antonio Silva tras un saque de esquina. El equipo portugués no solo dominaba el juego, sino que convertía cada llegada en una amenaza clara. La diferencia técnica y táctica fue abismal.
Segundo tiempo: sin piedad
Lejos de bajar el pie del acelerador, Benfica siguió atacando tras el descanso. En el minuto 52, João Mário convirtió el cuarto tras una asistencia de Musa, y minutos después, Gonçalo Guedes firmó el quinto con una volea desde la frontal del área.
La goleada la cerró el joven Tiago Gouveia, que culminó una jugada colectiva impecable en el 87’. El 6–0 reflejó lo visto en el campo: un equipo dominador, concentrado y ambicioso, frente a otro desbordado, sin capacidad de reacción ni alternativas tácticas.
Radiografía del partido
Benfica tuvo un 67% de posesión, disparó 18 veces (11 a puerta) y no permitió ni un solo tiro peligroso de Auckland City, que apenas cruzó el mediocampo en la segunda mitad. El guardameta Trubin fue un espectador más en un partido que sirvió para dar minutos a varios suplentes sin que el nivel bajara.
Auckland, por su parte, cierra su participación con dos derrotas abultadas y un saldo de 0 goles a favor y 16 en contra, tras el 10–0 inicial frente al Bayern de Múnich.
Declaraciones y ambiente
“Era importante recuperar sensaciones tras el empate ante Boca. Hoy el equipo ha sido intenso, vertical y muy serio”, declaró Roger Schmidt, entrenador del Benfica. Por su parte, el capitán Otamendi destacó la ambición: “No especulamos. Este equipo quiere competir y llegar lejos”.
En las gradas, los hinchas portugueses celebraron con entusiasmo, tiñendo el estadio de rojo en un ambiente festivo. El partido tuvo más de 35.000 espectadores, con amplia mayoría de apoyo al club lisboeta.
Próximos pasos
Con esta victoria, Benfica se jugará la clasificación directa a octavos ante Bayern Múnich en el último partido del grupo C. Auckland City, ya eliminado, cerrará su participación enfrentando a Boca Juniors, que aún tiene opciones de avanzar si logra una buena diferencia de goles.
Benfica ha dado un golpe sobre la mesa. Su fútbol ha convencido. Y si repite este nivel frente a rivales de mayor jerarquía, podría ser una de las sorpresas agradables del torneo.