En una final inesperadamente unidireccional, el kazajo Alexander Bublik se consagró este domingo campeón del torneo de Halle, tras vencer con autoridad al ruso Daniil Medvedev por 6‑3 y 7‑6(4). La victoria no solo marca un hito personal para Bublik, quien suma así su segundo título en este prestigioso ATP 500 sobre hierba, sino que lo reafirma como un rival peligroso en esta superficie de cara a Wimbledon, a disputarse en apenas una semana.
El partido, disputado en la OWL Arena ante una multitud expectante, mostró la mejor versión del talentoso y muchas veces imprevisible Bublik: preciso con su primer servicio, agresivo en las devoluciones y eficaz en los puntos importantes. Logró quebrar el saque de Medvedev en el octavo juego del primer set, y aunque el segundo parcial fue más igualado, el kazajo impuso su temple en el desempate.
Una victoria con sabor a revancha
Hasta este domingo, Medvedev dominaba el historial entre ambos con un rotundo 6‑0. La final de Halle fue la ocasión perfecta para que Bublik rompiera esa barrera mental y deportiva. Lo hizo con una actuación madura, sin concesiones ni distracciones, ante un Medvedev que nunca encontró su ritmo habitual en la devolución ni pudo imponer su habitual juego de fondo.
Bublik, actualmente en el puesto 23 del ranking ATP, venía de una temporada irregular, marcada por altibajos y algunas primeras rondas dolorosas. Sin embargo, desde su llegada al césped alemán, mostró un cambio radical en su actitud competitiva y una sintonía ideal con la superficie, donde su estilo arriesgado y su potente saque adquieren un valor superior.
Primer título del año y confianza para Londres
Este título en Halle representa el primer trofeo de la temporada 2025 para Bublik y el cuarto de su carrera. Además de los puntos que lo impulsarán en el ranking, la victoria le da confianza para afrontar Wimbledon, torneo en el que ya ha alcanzado la segunda semana en ediciones pasadas y donde se siente particularmente cómodo.
Tras la ceremonia, el jugador de 27 años no ocultó su emoción: “Sabía que podía hacerlo, pero vencer a Medvedev en esta pista tiene un sabor especial. He trabajado duro para este momento y quiero seguir por este camino”.
Medvedev, sin respuesta
Daniil Medvedev, por su parte, no pudo repetir el nivel que lo llevó a la final y cerró el encuentro con gestos de frustración. El ruso, número 4 del mundo, cometió errores poco habituales en su servicio y no encontró formas de contrarrestar la agresividad de su rival. A pesar de la derrota, mantiene buenos registros en césped y buscará ajustar su preparación antes del tercer Grand Slam del año.
Medvedev llegaba como favorito y había eliminado a rivales exigentes en su camino a la final. Sin embargo, la falta de variantes en momentos clave y una actitud menos combativa de lo habitual le pasaron factura.
Césped, show y advertencia a los grandes
La victoria de Bublik en Halle no solo reconfigura el panorama previo a Wimbledon, sino que también revitaliza la narrativa de jugadores con estilos menos ortodoxos que, en días inspirados, pueden vencer a cualquiera. Su combinación de potencia, talento natural y atrevimiento lo convierte en uno de los animadores más imprevisibles del circuito.
A una semana de Wimbledon, el circuito ATP suma un contendiente peligroso en césped. Bublik ya ha demostrado que puede imponerse a los mejores cuando su juego fluye. Y en Londres, con el impulso del título alemán, no será un nombre que los cabezas de serie quieran ver en su parte del cuadro.