El Comité Olímpico Internacional (COI) ha confirmado oficialmente la exclusión de los equipos nacionales de Rusia y Bielorrusia de los Juegos Olímpicos de Invierno que se celebrarán en 2026 en Milán y Cortina d’Ampezzo, Italia. Esta decisión prolonga y consolida las sanciones impuestas desde marzo de 2023 como consecuencia de la invasión rusa de Ucrania, y afecta a todas las disciplinas por equipos, como el hockey sobre hielo, el bobsleigh, el skeleton y el luge.
El COI ha dejado claro que esta exclusión aplica únicamente a las selecciones nacionales, por lo que algunos atletas individuales de ambos países podrán competir bajo la denominación de “Atletas Individuales Neutrales” (AIN), siempre que cumplan con criterios estrictos. Entre estos requisitos se incluye no haber manifestado apoyo a la invasión, no haber recibido condecoraciones del ejército ruso o bielorruso, y no tener vínculos con estructuras militares o de seguridad nacional.
La medida implica que figuras icónicas del deporte, como el capitán de hockey Alex Ovechkin, no podrán representar a su país ni competir en equipo en 2026, incluso si lo hicieran en calidad neutral. La exclusión afecta particularmente al hockey sobre hielo, una de las disciplinas más populares en Rusia, que ya había sido vetada por la Federación Internacional de Hockey sobre Hielo (IIHF) en línea con la postura del COI.
Además, esta decisión se alinea con la suspensión del Comité Olímpico Ruso, decretada por el COI en octubre de 2023, tras su intento de integrar atletas de regiones ocupadas de Ucrania en su estructura deportiva, en abierta violación de la Carta Olímpica.
La postura del COI ha sido respaldada por diversas federaciones deportivas internacionales y refuerza el mensaje de que las agresiones militares tienen consecuencias en el ámbito deportivo. A pesar de las tensiones geopolíticas, el organismo olímpico mantiene su voluntad de proteger a los atletas individuales que se mantengan neutrales y que puedan demostrar independencia frente a las políticas de sus gobiernos.
En conclusión, la exclusión de Rusia y Bielorrusia de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2026 refuerza el compromiso del COI con los principios de paz, neutralidad y respeto entre naciones. Al mismo tiempo, abre una puerta limitada para los atletas individuales que no estén implicados en el conflicto, preservando el espíritu del olimpismo mientras se mantiene una posición firme ante las violaciones al derecho internacional.