El Riviera Maya Open, torneo que marcó el regreso del LPGA Tour a México tras ocho años, ha irrumpido en la escena internacional con una primera edición memorable. Celebrado del 22 al 25 de mayo en el emblemático campo El Camaleón, ubicado en el resort Mayakoba de Playa del Carmen, su debut no solo consolidó a Quintana Roo como destino de golf de élite, sino que también aportó un soplo de aire fresco al circuito femenino.
La joven japonesa Chisato Iwai, de apenas 22 años y rookie en la LPGA, fue la estrella indiscutible de la semana. Tras cuatro rondas dominantes (68‑74‑68‑66), se llevó el título con un total de 12 bajo par, aventajando en seis golpes a su inmediata perseguidora. Su victoria fue contundente desde los primeros hoyos: encadenó cinco birdies en sus primeros seis golpes el domingo, y mantuvo la consistencia al cierre para sellar una diferencia que igualó el margen más amplio de la temporada.
Este triunfo representa el primer galardón de Iwai en el circuito LPGA, tras haber ganado anteriormente ocho veces en la LPGA de Japón. La chica de Saitama demostró una madurez notable: “Estoy tranquila, juego sin presión y disfruto cada ronda”, comentó tras recibir el trofeo.
Más allá del campo, el torneo demostró su fuerza como experiencia integral. La zona VIP en los hoyos finales ofreció mixología de alta gama; los asistentes disfrutaron de música en vivo, con presentaciones de grupos como Bacilos; y se integraron actividades familiares, clínicas de golf para niños y una destacada presencia de talento mexicano como Gaby López, María Fassi e Isabella Fierro.
La organización, a cargo de GS Sports Management junto al Consejo Turístico de Quintana Roo, aseguró que el torneo permanecerá en Mayakoba por al menos cinco años, con compromisos ya firmados hasta 2030. El impacto turístico fue inmediato, con ocupación hotelera casi completa, visibilidad internacional en plataformas deportivas y reforzamiento de la Riviera Maya como destino ideal para turismo deportivo.
Por sumas, el torneo se jugó con un pozo de 2,5 millones de dólares, de los cuales Iwai se adjudicó 375 000. Fueron 144 jugadoras en contienda, compitiendo por puntos de la Race to the CME Globe y a las que se unieron embajadoras de lujo como Charley Hull, Hye‑Jin Choi, Linn Grant y Carlota Ciganda.
La vuelta del LPGA a México durante su 75.º aniversario no podría haber sido más exitosa. El Riviera Maya Open ha demostrado que, hoy día, el golf femenino puede articularse como una experiencia transformadora: deportiva y al mismo tiempo cultural, turística y social. Si mantuvo la convocatoria, el espectáculo y el impacto mediático, este evento llamado a consolidarse como cita obligada en el calendario global.