La regatista irlandesa Eve McMahon, de 21 años y miembro del Howth Yacht Club, hizo historia al conseguir la primera medalla femenina para Irlanda en un Campeonato del Mundo senior de vela. El logro se produjo en la clase ILCA 6 (antigua Laser Radial) durante el Mundial celebrado en Qingdao, China, donde obtuvo la medalla de bronce tras una regata muy disputada. Las otras dos plazas del podio fueron para Louise Cervera (oro) y Agata Barwinska (plata).
A lo largo de la competición, McMahon demostró una gran consistencia: en las seis mangas disputadas no bajó del sexto puesto, lo que le permitió mantenerse entre las mejores sin necesidad de recurrir a descartes ni sufrir penalizaciones. Las condiciones meteorológicas fueron muy variables durante el campeonato, con días de calmas totales alternando con vientos superiores a los 40 nudos. En la última jornada, McMahon firmó tres regatas excepcionales que le aseguraron la tercera plaza general.
La preparación de Eve fue clave para este resultado. Su entrenador, Vasilij Zbogar, medallista olímpico en Pekín 2008, trabajó con ella durante meses en aspectos técnicos y tácticos, enfocándose especialmente en adaptarse a las difíciles condiciones de corriente y oleaje de Qingdao. Durante los meses previos al Mundial, entrenó también con el equipo británico en Lymington, lo que reforzó su nivel competitivo.
James O’Callaghan, director de rendimiento de Irish Sailing, calificó la medalla como un «momento histórico para la vela irlandesa» y destacó el trabajo en equipo detrás del éxito de McMahon. Este resultado, según dijo, «refuerza el posicionamiento de Irlanda como una nación emergente en la vela olímpica».
La trayectoria de Eve McMahon ya apuntaba alto: fue dos veces campeona del mundo Sub‑21 y representó a Irlanda en los Juegos Olímpicos de París 2024, donde finalizó en 13.ª posición en la misma clase. Tras su podio en el Mundial, ascendió al número uno del ranking mundial de World Sailing en ILCA 6, convirtiéndose en la primera irlandesa en alcanzar esa posición en cualquier categoría olímpica.
Más allá de sus logros técnicos, McMahon ha sido elogiada por su actitud firme y decidida. En declaraciones a medios irlandeses tras su victoria, describió su estilo como el de una “navegante feroz”, destacando su motivación y mentalidad combativa, clave para mantenerse competitiva incluso en los momentos más tensos del campeonato.
Con este éxito, Eve McMahon consolida su lugar como figura clave de la vela internacional y como inspiración para una nueva generación de regatistas irlandeses. Su bronce en Qingdao no solo es un premio individual, sino también un símbolo del avance del deporte femenino en la vela olímpica.