Javier López parece un chico de 15 años como cualquier otro. Tímido, reservado y parco en palabras, te asombra todo lo que es capaz de expresar sobre las olas. Semanas después de lograr el tercer título del Mundo de Kitesurf en la modalidad strapless, el joven campeón parece ya muy acostumbrado a ganar. «Estoy muy contento con el tercer Campeonato del Mundo», expresa tímidamente a huelva24.com. La gesta de Javier es sólo una más de las que ya ha logrado a su corta edad y el principio de las que le quedan por batir.
«Se subió a su primera tabla de surf con 3 años», nos cuenta su orgullosa madre, Ruth Martín. Muy contenta con la gesta de su hijo, asegura que hace un par de años ni se imaginaba todo lo que está consiguiendo: «Se presentó a su primer campeonato de kitesurf muy lejos del nivel de los otros chicos y en muy pocos meses ya estaba entre los mejores», asegura.
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La progresión de Javier en apenas tres años ha sido totalmente espectacular y eso que su primera opción no era el kitesurf: «Probé primero el surf pero me aburría esperar a las olas… También era bueno en paddlesurf pero decidí dejarlo y probar con el ‘kite’», cuenta con total tranquilidad, como si no hubiese hecho ya una gesta que pocos de su rivales pueden emular.
Ruth, madre del pupilo, es la que le pone los pies en el suelo, «a él y a su padre», comenta, ya que Javier López padre es el que se empeñó desde el principio en perseguir el sueño de su hijo. «Después de ver una competición de los mejores del mundo en tarifa me puse en contacto con dos de los grandes del kitesurf en España», cuenta Javier.
Dicho y hecho, al poco tiempo su hijo estaba entrenando con dos grandes riders, Rafael Castillo y Rubén Cano en la playa de Isla Canela. Ambos se sorprendieron con la rápida progresión de Javier e incluso ya le auguraron un triunfante futuro en el kitesurf: «Nos dijeron que el niño tenía algo especial y que iba a llegar muy lejos», recuerda su madre. Y es que incluso tuvieron que hacerle una tabla de kitesurf a su medida, porque era muy pequeño: «Se suele comenzar a los 12-13 años y Javier con 7 ya estaba volando sobre las olas», aseguran sus padres orgullosos.
Mimetismo con las olas y el viento
Javier, que se ha criado junto al mar en la escuela de verano Nalu, en la Playa de La Canaleta: «Yo quería empezar en el kitesurf con 5 años porque yo los veía en la playa, pero no me dejaban porque era muy pequeño; ya con esa edad cogía la cometa pequeña en la arena».
Juan Carlos Rivero, el director de la escuela, era reacio a que Javier comenzara en el kitesurf a tan temprana edad porque «no tenía peso suficiente para aguantar la cometa». Sin embargo, su padre le permitió subirse a la tabla con 7 años: «Lo hice bajo mi responsabilidad por su insistencia».
«Era más complicado de lo que pensaba», asegura Javier, que desde esa primera vez con la cometa «sentía que era lo mío, empecé con el twintip, que es con la tabla que lleva los pies enganchados y a los 9 años pasé a strapless, pero al principio me resultó muy difícil y no terminaba de gustarme», explica el rider onubense. El ‘strapless’ es una nueva modalidad deportiva derivada del ‘kitesurf’, cuya principal diferencia es que no existe una sujeción fija a la tabla. Algo que complica mucho su control y obliga a tener una destreza innata no apta para todos.
«Me apunté a la primera SKL, el Campeonato de España, en 2019 y aunque no sabía aún hacer trucos, fui para participar y aprender de los demás», apunta. Menos de dos años después, Javier López ganaría su primer Campeonato del Mundo Sub-15 con tan sólo 13 años y ya ha superado a sus maestros. «Cuando estoy en el mar, se me olvida todo lo demás; los problemas no existen y solo pienso en esa libertad», asegura.
Javier López es muy joven y aún le quedan muchos triunfos por delante. Siendo actualmente 5º del mundo en la categoría absoluta, su objetivo es «llegar al número uno y ganar un Campeonato Mundial» midiéndose con estrellas mundiales que le doblan la edad.