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Kirsty Coventry: la revolución tranquila del Comité Olímpico Internacional

Por Redacción

Una líder histórica

El pasado 20 de marzo de 2025, el mundo olímpico fue testigo de un momento histórico: la elección de Kirsty Coventry como presidenta del Comité Olímpico Internacional. La exnadadora de Zimbabue, de 41 años, es la primera mujer, la primera africana y la primera exdeportista de élite en asumir el máximo cargo del COI. Su mandato comenzará oficialmente el 24 de junio, y supone un cambio simbólico y real hacia un olimpismo más diverso, inclusivo y conectado con las nuevas generaciones.

De nadadora prodigiosa a gestora global

Coventry no es ajena al mundo del deporte. Acumuló siete medallas olímpicas entre Atenas 2004 y Pekín 2008, y es considerada una de las mejores nadadoras africanas de todos los tiempos. Tras retirarse, su transición fue meteórica: ministra de Deportes en Zimbabue, miembro del COI desde 2013 y presidenta de la Comisión de Atletas durante dos mandatos.

Esta trayectoria le ha dado un perfil único: deportista, política y gestora, con credibilidad tanto entre atletas como en organismos internacionales. En sus primeras declaraciones, prometió un COI “más abierto, transparente, justo y humano”.

Sus prioridades: igualdad, innovación y voz de los atletas

En su campaña, Coventry hizo énfasis en tres pilares clave:

  • Igualdad de género y diversidad: promover una representación más justa en los órganos de decisión y reforzar la participación femenina en todos los niveles del deporte olímpico.
  • Innovación y sostenibilidad: apoyo decidido a nuevas disciplinas como el break dance o los esports, y una apuesta por sedes sostenibles, multisede y reutilización de instalaciones.
  • Atletas protagonistas: ha prometido reforzar la protección del bienestar mental y económico de los deportistas, aumentar su participación en la toma de decisiones y crear un observatorio independiente para casos de abuso, dopaje o discriminación.

Un nuevo lenguaje para el olimpismo

Más allá de la política deportiva, Coventry representa una nueva estética y ética olímpica. Suele vestir con colores tradicionales africanos, mantiene una comunicación directa en redes sociales y ha propuesto iniciativas conjuntas con organismos de la ONU y ONGs para llevar el deporte a zonas vulnerables. Se aleja del perfil corporativo tradicional del COI y conecta con un público joven que exige referentes más auténticos y comprometidos.

Desafíos en el horizonte

Su mandato no será fácil. Deberá enfrentar temas delicados como:

  • Las tensiones geopolíticas (Rusia, China, Israel/Palestina) y su impacto en la neutralidad olímpica.
  • El desafío de los derechos humanos en los países organizadores.
  • El creciente protagonismo de los videojuegos y el entretenimiento digital frente al deporte tradicional.
  • El reto económico: mantener el atractivo comercial de los Juegos sin desvirtuar sus valores.

Una era de esperanza

La elección de Kirsty Coventry marca el inicio de una era donde el COI se propone ser algo más que un organizador de eventos: aspira a convertirse en un actor global de cambio social, usando el deporte como lenguaje común.

En sus propias palabras:

«El olimpismo debe ser el puente entre culturas, generaciones y sueños. No solo cada cuatro años, sino cada día.»

Una visión ambiciosa, humana y muy necesaria para una institución centenaria que quiere volver a latir al ritmo del mundo actual.