El hockey sobre hielo internacional vivirá un momento histórico en febrero de 2026: los jugadores de la National Hockey League (NHL) volverán a participar en los Juegos Olímpicos de Invierno, que se celebrarán en Milán-Cortina d’Ampezzo, Italia. Será la primera vez desde Sochi 2014 que las estrellas de la liga norteamericana participen en el torneo olímpico, tras dos ediciones ausentes por desacuerdos económicos y la pandemia.
El acuerdo que permite este regreso fue firmado el 2 de julio de 2025 en Zúrich, Suiza, por representantes de la NHL, la Asociación de Jugadores (NHLPA), la Federación Internacional de Hockey sobre Hielo (IIHF) y el Comité Olímpico Internacional (COI). El pacto no solo asegura la participación de los jugadores en Milán 2026, sino que también contempla su presencia en los Juegos Olímpicos de Invierno de 2030, que se celebrarán en Francia.
El comisionado de la NHL, Gary Bettman, celebró el acuerdo con entusiasmo y afirmó que la participación olímpica mostrará la habilidad y el talento de los jugadores de la liga en un escenario global. Según Bettman, este compromiso beneficia al deporte en todo el mundo y ofrece a los aficionados la oportunidad de ver a los mejores competir por sus países.
Luc Tardif, presidente de la IIHF, consideró que se trata de un gran día para el hockey internacional. Destacó que la presencia de los mejores jugadores del mundo en los Juegos Olímpicos reforzará el impacto del torneo y consolidará el hockey sobre hielo como uno de los deportes más emocionantes del programa olímpico de invierno.
El torneo masculino de hockey sobre hielo en Milán-Cortina 2026 se disputará del 11 al 22 de febrero. Participarán 12 selecciones nacionales, cada una de las cuales ya ha confirmado los seis primeros jugadores de sus listas preliminares. Entre los más destacados se encuentran Auston Matthews, Jack Eichel y los hermanos Tkachuk por Estados Unidos, y Connor McDavid, Sidney Crosby y Nathan MacKinnon por Canadá.
El regreso de los jugadores de la NHL a los Juegos Olímpicos promete no solo elevar el nivel competitivo del torneo, sino también convertirse en uno de los grandes atractivos del evento, inspirando a nuevas generaciones de jugadores y aficionados en todo el mundo. La expectación crece a medida que se acerca la cita, que será una de las más seguidas en el calendario deportivo de 2026.