La mítica carrera de resistencia volvió a teñirse de rojo. En la 93.ª edición de las 24 Horas de Le Mans, disputada el pasado 14 y 15 de junio, Ferrari volvió a subir a lo más alto del podio con el equipo privado AF Corse, consolidando su hegemonía en la era moderna del Mundial de Resistencia (WEC). El prototipo Ferrari 499P número 83, conducido por el trío Robert Kubica, Yifei Ye y Phil Hanson, se impuso en la categoría Hypercar, repitiendo el triunfo de la marca del cavallino rampante en 2023 y 2024.
La carrera, celebrada en el legendario trazado de La Sarthe, estuvo marcada por la lluvia intermitente y los múltiples incidentes que eliminaron a favoritos, entre ellos al equipo oficial Toyota y al Porsche Penske. En medio del caos, la consistencia y ritmo del trío de AF Corse marcó la diferencia. Kubica, en particular, completó relevos claves de noche y en condiciones cambiantes, mientras que Ye y Hanson mantuvieron un ritmo sostenido y sin errores.
La victoria no solo fue celebrada como un nuevo logro para Ferrari, sino también como una reivindicación del proyecto privado AF Corse, que demostró estar a la altura de los equipos de fábrica. Con este resultado, la escudería italiana suma una nueva estrella a una temporada ya brillante.
Temporada perfecta para Ferrari
Le Mans cierra un primer tramo de 2025 soñado para Ferrari en el WEC. Antes del gran triunfo en Francia, los italianos ya habían vencido en las pruebas de Spa-Francorchamps, Imola y Qatar, mostrando una consistencia y fiabilidad implacables frente a rivales como Toyota, Cadillac, Porsche y Peugeot.
El dominio técnico del Ferrari 499P —que destaca por su equilibrio aerodinámico y gestión energética— ha sido clave para convertir a la marca en la referencia actual de la resistencia.
Un podio con sabor a revancha
Completaron el podio el Toyota GR010 número 8, con Buemi–Hartley–Hirakawa, y el Porsche número 6 de Estre–Lotterer–Vanthoor. Para Kubica, el triunfo en Le Mans tiene además un valor simbólico: tras su paso por la Fórmula 1 y años de dificultades físicas, se convierte en uno de los pocos pilotos en ganar en resistencia tras haberse recuperado de una lesión grave.
El resultado también relanza las opciones de Ferrari en el campeonato de constructores y deja la puerta abierta a soñar con el título absoluto de pilotos y equipos para AF Corse.