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Maeza hace de Sariego un paraíso ecuestre

Por Redacción

En el corazón de Sariego, el valle verde y silencioso se convierte durante tres días en el epicentro de la hípica de alto nivel de la mano del concurso de saltos de la Yeguada Maeza. Una competición internacional que transforma el entorno para hacer del recinto toda una ciudad deportiva a la que no le falta detalle, en la que se hablan varios idiomas y que ya ha reunido a los primeros aficionados para seguir las pruebas inaugurales.

El trasiego es constante de personas y caballos que se dirigen de los establos a la pista de saltos y viceversa, acompañados de jinetes y cuidadores y del numeroso público que hasta mañana seguirá las pruebas a pie de grada, en el recinto verde sombreado que rodea la pista central o en la zona de restauración habilitada al efecto. No falta la zona VIP, para los invitados más selectos, que pueden disfrutar de la jornada en espacio privilegiado.

Ayer tuvieron lugar las tres primeras pruebas y hay quienes tenían ya las fechas apuntadas a rojo en sus agendas. Son tres días que no se pueden perder Ivana Pérez y sus dos hijos, Antón y Oliva Mayán. Los pequeños son «grandísimos aficionados» al mundo de la hípica, y por eso permanecen atentos a todo cuanto sucede en la Yeguada Maeza durante el concurso.

«Me gusta mucho verlos saltar, es emocionante», asegura Oliva, de ocho años, que acude todos los días pertrechada con su cuaderno de dibujo y sus pinturas. En él, plasma lo que ve durante estas jornadas de deporte al pie de casa. Residen en el cercano núcleo rural de Figares y, si no fueran a pie de pista, podrían seguir las pruebas casi desde la puerta de su hogar.

Antón por su parte disfruta con el ambiente, con ver lleno de gente y jinetes conocidos el recinto. «Me gusta y lo sigo, pero sólo veo entero el concurso de La Coruña, el del dueño de Zara», señala el chaval.