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Mario Saint-Supéry se marcha a la NCAA desde Unicaja

Por Redacción

Mario Saint-Supéry, una de las promesas más fulgurantes del baloncesto español, ha decidido dar un giro a su carrera y probar fortuna en el baloncesto universitario estadounidense. El jugador malagueño, que recientemente cumplió 18 años, ha comunicado su intención de incorporarse a la Universidad de Gonzaga a partir del próximo curso, cerrando así su etapa en el Unicaja Málaga, club en el que se formó y debutó como profesional con apenas 16 años.

La noticia ha sacudido el panorama nacional. No solo por el valor simbólico de perder a uno de los talentos más prometedores de la generación 2006, sino también por lo que representa en términos de tendencia: cada vez más jugadores españoles optan por la NCAA como vía alternativa para desarrollarse antes de dar el salto definitivo al profesionalismo europeo o a la NBA.

De la cantera del Unicaja a la élite universitaria

Saint-Supéry debutó con el primer equipo del Unicaja en la temporada 2022‑23, convirtiéndose en el jugador más joven en vestir la camiseta verde en competición oficial. A lo largo de los últimos dos años, combinó apariciones en ACB y Liga LEB Plata con actuaciones estelares en torneos de formación, donde destacó por su capacidad de liderazgo, manejo de balón y lectura del juego.

Su perfil —base-escolta de 1,92 metros, eléctrico, con instinto para anotar y asistir— lo convirtió en objeto de deseo para varios programas NCAA. Finalmente, ha optado por Gonzaga, una de las universidades con mayor tradición en formación de exteriores europeos, y donde espera madurar física y tácticamente antes de intentar dar el salto a la NBA o regresar a Europa como jugador consolidado.

Decisión meditada y sin conflicto

Desde el entorno del jugador se ha explicado que la decisión ha sido tomada con serenidad y en sintonía con el club. El Unicaja, aunque pierde a una joya de su cantera, ha facilitado el proceso de salida y mantendrá derechos de tanteo en caso de retorno a la liga española.

El director deportivo del club andaluz ha agradecido públicamente el compromiso del jugador durante su etapa formativa y ha dejado la puerta abierta a un posible regreso: “Mario es y será siempre de la casa. Si decide volver, aquí tendrá un sitio”.

¿Una tendencia en alza?

El caso de Saint-Supéry se suma al de otros jugadores españoles que han optado en los últimos años por cruzar el Atlántico para completar su formación: casos como Aday Mara, Izan Almansa o Baba Miller ilustran este fenómeno. La NCAA ofrece competición de alto nivel, visibilidad ante ojeadores NBA y una experiencia vital que muchos jóvenes valoran positivamente.

Para el baloncesto español, supone una doble lectura: se confirma la calidad de la formación nacional, pero también se plantea el reto de cómo retener a las promesas en las etapas clave de su crecimiento.