En un escenario repleto de tensión estratégica y escasa inspiración ofensiva, el Salzburg austríaco y el Al Hilal saudí sellaron un empate sin goles en la segunda jornada del Grupo H del Mundial de Clubes 2025. Fue un partido que prometía vértigo por el perfil técnico y veloz de ambos conjuntos, pero que acabó convertido en un duelo denso, trabado y sin profundidad. El empate mantiene abiertas las opciones de clasificación para ambos, pero deja a los dos con la sensación de haber perdido una oportunidad clave.
Un arranque con respeto excesivo
Desde el pitido inicial, los dos equipos mostraron una actitud cautelosa. El técnico del Salzburg, Gerhard Struber, optó por un bloque medio con presión escalonada, mientras que el Al Hilal del portugués Jorge Jesus prefirió esperar en campo propio y buscar transiciones rápidas. La primera media hora fue un ejercicio de especulación táctica: posesión estéril, pocas llegadas al área y una enorme congestión en la medular.
La ocasión más clara de la primera parte llegó en el minuto 34, con un disparo desde la frontal del saudí Salem Al-Dawsari que obligó al portero del Salzburg, Alexander Schlager, a lucirse con una estirada felina. Del otro lado, el joven talento austriaco Karim Konaté tuvo una buena oportunidad en el 42’, pero su remate fue bloqueado por Kalidou Koulibaly, imperial en defensa durante todo el encuentro.
Segunda parte: más ritmo, mismas carencias
La reanudación trajo un ligero cambio de tono. Salzburg adelantó líneas y trató de encontrar espacios por las bandas con el empuje de Forson y Dedic, aunque sin precisión en los centros. Al Hilal, por su parte, se encomendó a las conducciones de Malcom y al juego entre líneas de Neves, pero la falta de conexión con Mitrovic arriba fue evidente.
Ambos equipos realizaron cambios ofensivos en el último tramo, con la entrada de Sekou Koita y Michael para los europeos, y de Carrillo y Abdulhamid en los saudíes. Sin embargo, el marcador no se movió. Ni siquiera la aparición de espacios en los últimos minutos permitió ver ocasiones claras. El partido murió en el centro del campo, entre interrupciones, faltas tácticas y la impotencia creativa de los protagonistas.
Claves del empate
- Defensas sólidas: El eje Koulibaly‑Al Bulayhi por Al Hilal y Solet‑Pavlovic por Salzburg se impusieron en todo momento a los delanteros.
- Falta de acierto final: Ambos equipos generaron muy poco en los últimos metros. Ni un solo tiro entre los tres palos en la segunda parte.
- Tensión clasificatoria: Con Real Madrid liderando el grupo, el miedo a perder pesó más que el deseo de ganar.
Un punto que sabe a poco
Este empate sin goles complica el panorama para ambos. Salzburg queda con cuatro puntos tras su victoria inicial ante Pachuca, mientras que Al Hilal suma dos empates consecutivos y dependerá de un triunfo en la última jornada para mantenerse con vida. Ambos técnicos evitaron hablar de decepción, pero en sus gestos se intuía que el resultado, aunque no fatal, deja la clasificación pendiente de un hilo.
Conclusión
Salzburg y Al Hilal ofrecieron un partido más cerebral que emocionante, más táctico que vibrante. En una competición cada vez más exigente y global, la falta de audacia puede costar caro. Si aspiran a avanzar a las fases decisivas, necesitarán mucho más que orden: necesitan atrevimiento, creatividad… y goles.