El Tour de France 2025, en su 112ª edición, regresa este año al territorio francés tras las salidas internacionales de Copenhague (2022), Bilbao (2023) y Florencia (2024). El próximo 5 de julio, la ciudad de Lille acogerá el Grand Départ, inaugurando una edición que se anuncia explosiva, montañosa y estratégica, con una apertura diseñada para la emoción desde el primer pedalazo.
Una ciudad con herencia ciclista
Será la tercera vez que Lille organiza el inicio del Tour, tras hacerlo en 1960 y 1994. Este regreso marca un momento de especial simbolismo para una ciudad que respira ciclismo desde su arquitectura hasta sus bulevares. Desde el 3 de julio, se habilitará un gran espacio público en la Place de la République, con actividades culturales, exhibiciones, conciertos y experiencias para aficionados de todas las edades, culminando con la presentación de equipos en la icónica ciudadela.
Etapa 1: espectáculo para velocistas con trampas tácticas
La etapa inaugural, con salida y llegada en Lille, recorrerá 185 kilómetros a través del departamento Nord y zonas limítrofes del Pas-de-Calais. A lo largo del trayecto, el pelotón pasará por lugares históricos como Lens, Béthune, Cassel y Mont Noir. Pese a que no habrá adoquines en esta edición —una decisión tomada para reducir riesgos en los primeros días—, las cotas intermedias añadirán un componente técnico a una jornada pensada para un final al sprint.
El boulevard Vauban, una ancha avenida con buen asfalto y espacio para lanzamientos largos, será el escenario de una llegada masiva, ideal para que los sprinters más veloces luchen por el primer maillot amarillo.
Más que una camiseta: el peso simbólico del liderato
La importancia de lucir el primer maillot amarillo no es solo estadística. Ganar la etapa inicial significa marcar territorio, acaparar titulares y condicionar la carrera desde el minuto uno. Equipos como Alpecin-Deceuninck, Lotto-Dstny o UAE Team Emirates ya han señalado esta jornada como un objetivo prioritario para sus corredores rápidos. Y con nombres como Jasper Philipsen, Sam Welsford o Mads Pedersen entre los favoritos, el espectáculo parece garantizado.
Lo que viene: un Tour duro y montañoso
Aunque Lille acogerá el arranque, el Tour 2025 está diseñado para los escaladores. El recorrido incluye pasos míticos como el Col de la Loze, el Mont Ventoux y Hautacam. También habrá dos contrarrelojes individuales y jornadas de media montaña que podrían descolocar a los favoritos si no están atentos. La mezcla de etapas cortas y explosivas con maratones alpinas promete una batalla variada y estratégica.
Una ciudad volcada con la bicicleta
Durante toda la semana, Lille vivirá un ambiente festivo. La ciudad ofrecerá actividades paralelas que van desde la gastronomía hasta exposiciones sobre la historia del ciclismo francés. Además, la tradición urbana y sostenible de Lille —una de las ciudades con mayor uso de la bicicleta en Francia— reforzará el vínculo entre deporte de élite y movilidad diaria.