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Trofeo Internacional Mohammed VI de polo

Por Redacción

La quinta edición del Trofeo Internacional Mohammed VI de Polo, celebrada entre el 19 y el 25 de mayo en Marruecos, ha confirmado lo que ya se intuía desde sus primeras convocatorias: este torneo es hoy uno de los grandes referentes del polo internacional. Más allá de su impecable organización, el certamen destaca por su ambición, su creciente prestigio y por haber convertido al país anfitrión en un nuevo eje del deporte ecuestre mundial.

La competición, organizada por la Real Federación Marroquí de Polo bajo el alto patrocinio del rey Mohammed VI, reunió a ocho selecciones nacionales de primer nivel: Marruecos, Estados Unidos, Reino Unido, Francia, España, Arabia Saudí, Egipto y México. Cada una compitió con equipos mixtos de élite en tres sedes espectaculares: el Jnan Amar Polo Club en Marrakech, el Club Polo de Rabat y el Club Polo de El Jadida.

Marruecos: una potencia emergente

El equipo anfitrión fue el gran protagonista deportivo del torneo. Marruecos avanzó con solvencia en la fase de grupos y sorprendió a Estados Unidos en una vibrante semifinal (8‑5), ante un público entregado. La final, disputada en Rabat frente a Egipto, enfrentó dos estilos muy distintos: el juego veloz y vertical de los norteafricanos frente a la estrategia más pausada del combinado egipcio. La victoria final marroquí supuso mucho más que un trofeo: fue la confirmación de un proyecto a largo plazo que ha hecho del país una potencia creciente en el mundo del polo.

Más que un torneo: cultura, hospitalidad y diplomacia ecuestre

Uno de los aspectos más destacados del Trofeo Mohammed VI es su capacidad para ir más allá del terreno deportivo. La organización ofreció a las delegaciones internacionales una agenda paralela de actividades culturales y sociales, incluyendo visitas a monumentos históricos, degustaciones gastronómicas y actos institucionales. El polo, en este contexto, actúa como vector de diplomacia, hospitalidad y proyección internacional.

El presidente de la Real Federación Marroquí de Polo subrayó este enfoque integrador: “Nuestro objetivo es mostrar al mundo que Marruecos no solo puede competir al más alto nivel deportivo, sino también ofrecer una experiencia completa basada en nuestras raíces y nuestra visión de futuro”.

Crecimiento y futuro

El éxito de esta quinta edición no es casual. Marruecos ha invertido en infraestructura ecuestre de alto nivel, con clubes de polo que no tienen nada que envidiar a los grandes centros de Argentina, Estados Unidos o Reino Unido. Además, ha apostado por formación técnica y juvenil, integrando el polo en circuitos formativos y proyectándolo como una disciplina accesible y moderna.

De hecho, varios jugadores marroquíes que compitieron en esta edición provienen de academias locales formadas en la última década, lo que garantiza una cantera sólida y continuidad deportiva.

Conclusión

El Trofeo Internacional Mohammed VI no es simplemente un torneo: es un escaparate de excelencia, identidad y visión global. En tan solo cinco ediciones ha pasado de ser una cita regional a consolidarse como una de las fechas clave del calendario mundial de polo. Con una organización impecable, un nivel deportivo en alza y un país que cree en su potencial, Marruecos ha dejado claro que su polo —como su hospitalidad— no tiene fronteras. Y que el caballo, en esta tierra, no solo es tradición: también es futuro.