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Vondroušová resurge en Berlín tras quebrar su mala racha

Por Redacción

La checa Markéta Vondroušová ha vuelto a sonreír sobre una pista de tenis. Este domingo, en la final del WTA 500 de Berlín, venció a la china Wang Xinyu en tres sets (4‑6, 6‑2, 6‑3) y se proclamó campeona del torneo disputado sobre césped. Con este triunfo, rompe una sequía de casi dos años sin títulos y demuestra que sigue siendo una de las jugadoras más peligrosas del circuito cuando está en forma.

El torneo berlinés ha sido escenario de un auténtico resurgir. Vondroušová, campeona de Wimbledon en 2023, había sufrido una larga racha de resultados discretos, salpicada por lesiones y una falta de confianza evidente en momentos clave. Su última final databa de hace más de un año, y su ranking había descendido fuera del top 30. Sin embargo, la semana en Alemania fue distinta desde el inicio: superó a tres cabezas de serie, incluyendo a la número 5 del mundo en cuartos de final, y mostró un nivel de solidez y creatividad que recordó a su mejor versión.

Una final peleada y simbólica

El partido decisivo no fue fácil. Wang Xinyu, de solo 22 años, dominó el primer set con un juego agresivo y sin fisuras. Pero la checa no se dejó llevar por los fantasmas del pasado: en el segundo parcial, ajustó su saque, cambió los ritmos desde el fondo y se apoyó en su revés liftado para desarmar a su rival. El tercer set fue una demostración de carácter, con una Vondroušová más firme y segura, que supo manejar la presión para cerrar el partido en dos horas y ocho minutos.

Tras el triunfo, la tenista de 25 años se mostró emocionada: “Este título significa mucho para mí. Ha sido un año difícil, con muchas dudas, pero este torneo me ha devuelto la alegría de competir. Estoy muy agradecida por seguir aquí, luchando”.

Camino de regreso a la élite

La victoria en Berlín catapulta a Vondroušová de nuevo dentro del top 20 del ranking WTA y la coloca entre las principales aspirantes de cara a Wimbledon 2025, que arranca la próxima semana. Su experiencia en hierba y su variedad táctica la convierten en una amenaza real para cualquier jugadora del cuadro.

Desde su consagración en Londres hace dos años, Vondroušová no había logrado mantener una regularidad sostenida. Las molestias en el hombro, una operación en la muñeca y varias semanas fuera del circuito provocaron una caída en su rendimiento. Sin embargo, en Berlín ha encontrado confianza y fluidez, especialmente en los momentos decisivos.

Su entrenador, Jan Mertl, valoró la recuperación emocional y física de su pupila: “Lo más importante es que ha vuelto a disfrutar en la pista. Esta semana ha sido clave para que se convenza de que puede competir contra las mejores”.

Un circuito que la necesitaba

El regreso de Vondroušová a los primeros planos es una buena noticia para el tenis femenino. Su estilo diferente, basado en ángulos, cambios de ritmo y variedad de efectos, aporta una alternativa táctica a la potencia dominante en el circuito. Además, su historia personal —con altibajos, lesiones y paciencia— conecta con los valores de perseverancia que muchos aficionados celebran.

La próxima parada será Wimbledon, donde defenderá su corona como campeona vigente. Llegará con ritmo de competición, confianza y el recuerdo fresco de una semana mágica en Berlín.

Vondroušová, de nuevo en pie

El título en Berlín no solo rompe una mala racha estadística. Es un grito de regreso. Markéta Vondroušová ha demostrado que las pausas no significan finales, y que el talento, cuando se acompaña de convicción, siempre encuentra el camino de vuelta. A una semana del mayor torneo sobre césped del mundo, el tenis femenino celebra el regreso de una campeona con estilo propio. Y lo mejor, quizás, aún esté por venir.